He querido hacer un experimento titulado «Cuéntame mi acción», ¿Qué queda tras la acción?.
He invitado a diez personas que estuvieron presentes durante la acción «Conversaciones 03″(aquí info sobre la serie Conversaciones) durante el Festival La Muga Caula a que me cuenten dicha acción.
Ésta es la carta que les escribo:
Si hago esto es porque siempre veo mis acciones a través de las fotos y vídeos que hacen los demás y me gustaría saber que ocurre si en lugar de imagen es palabra.He pensado en ti como una de estas personas, si te apetece contármela lo puedes hacer tan breve o extenso como quieras y de la manera que tu quieras eso sí ¡que sean palabras!
No espero ninguna reflexión sino algo tan instantáneo como lo es la imagen en el momento de la acción, lo primero que te venga al retroceder a ese momento.
La acción que te pido rememorar es «Conversaciones» que tuvo lugar el sábado 19 por la mañana durante La Muga Caula del pasado Septiembre.
Laura Corcuera (Periodista, escritora y performer)
Domix Garrido (performer, comisario y gestor)
Cuando aparece una maleta o maletín en una acción me viene la sensación de viaje y de guardar cosas para enseñarlas como un vendedor ambulante a sus posibles clientes, con tesoros y sorpresas en su interior. El contraste de la piedra dura sobre el frágil mantel de papel me gustó. La mesa larga, como una pista abierta a todo lo que pueda ocurrir…, el vino sobre la cara, las gotas, la delicadeza, la necesidad de prestar atención a los detalles te mantiene expectante. Un momento cómico, adoptado por todos los espectadores fue cuando realizaste la lluvia intencionada, con ayuda del paraguas… no es que la situación fuera cómica, simplemente el público espera cualquier atisbo de absurdo para romper la tensión que lleva acumulada hasta el momento. Dos puntas de la enorme mesa, dos acciones diferenciadas, una gota a gota, el juego con el vino y sus recipientes, en la otra, tus materiales, donde te tumbas y sientes la acción. En medio, el recorrido, la lluvia, el fuego y el desplazamiento. Me llegó como una performance sintética, estudiada pero a la vez abierta al riesgo (por ejemplo encender una simple cerilla durante una acción o que una gota entre en un vasito puede convertirse en un caos). Difícil de entender, con muchos sentidos al mismo tiempo, pero a su vez sin estridencias, controlada y acotada a la circuncisión de la mesa. Parece muy fácil lo que proviene desde muy adentro.
Linealidad de una mesa larga, en donde las piedra como contrapeso, aguanta lo que cuelga al otro extremo, Vino que corre como agua, pero que a la vez es esencia de vida y amamanta al que bebe de ella, en senos colgantes, en recipientes que lo almacenan. Flujo sanguineo que pasa por el cuerpo y cae, lluvia de vida, que no queremos que nos moje, pero cala, nos calan. Sacralidad de la limpieza de los platos que descansa en tu cara, que tapan y contienen. Pero lo que ví, es un ritual casi sacral de tu fluir, en donde utilizando elementos sencillos, sigues el circuito del ciclo de los líquidos, de lo que se repite.
Susana Villanueva (artista)
Tanto la del sábado como la del domingo, las vi profundas y muy poéticas. En la del sábado vi mucha información y movimiento. Y la del domingo era preciosa. Toda la composición, color, forma… Me encantó! Eras como una escultura con el movimiento justo y necesario.
Y a pesar de todo, no pueden faltar una serie de imágenes cortesía de Paco Justicia.
¡Muchas gracias a todas por participar!
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